jueves, 12 de abril de 2012

Elección compleja


Este 30 de marzo inician las campañas para disputar
más de dos mil cargos de elección popular, incluida la
Presidencia de la República. A nivel federal son 128
senadores y 500 diputados para
la renovación de los poderes
Ejecutivo y Legislativo. En el ámbito estatal se llevarán a cabo
elecciones en 15 entidades que designarán seis gobernadores
y un jefe de Gobierno del Distrito Federal, 871 ayuntamientos,
16 jefes delegacionales y 579 diputados locales.
Tras la reforma electoral de 2007, habrá elecciones concurrentes
en Chiapas, Tabasco,
Yucatán, Guanajuato, Jalisco,
Distrito Federal, Morelos, San
Luis Potosí, Sonora, Nuevo
León, Colima, Guerrero,
Campeche, Querétaro y Estado
de México
En esta última entidad, con la lista nominal
más numerosa de la República, 10 millones 988 mil 519
ciudadanos votarán para elegir a 75 diputados locales y 125
ayuntamientos.
Por sus características y el número de cargos en disputa
esta elección será la más compleja de la historia de México.
La violencia y la influencia del crimen organizado, la excesiva
regulación y la saturación del IFE con quejas y denuncias de
los partidos, un modelo de comunicación que aún está a prueba
y la persistencia de la compra y coacción del voto son las
principales amenazas que se ciernen sobre el proceso electoral.
Al arranque de las campañas federales, especialistas en
seguridad y elecciones advierten que el acoso a los candidatos
por parte del crimen organizado se multiplicará, pues los
criminales ya están buscando que lleguen al poder los aspirantes
que les garanticen más impunidad en el futuro.
En ese sentido el consultor en seguridad Eduardo Guerrero
considera que los candidatos a alcaldes serán los más acosados
por las organizaciones criminales. “Buscan ser la organización
menos castigada cuando los candidatos lleguen a ser
autoridad. Ellos ya desde ahorita están en eso. Es la dinámica
que se ha implantado en el país desde 2008, por la fragmentación
de organizaciones criminales.”
Por su parte, especialistas y consejeros del IFE señalan
que esta elección puede convertirse en la más compleja de la
historia por la cantidad de litigios entre partidos que deberán
desahogarse y los miles de spots que deberá administrar el
Instituto.
Pero el reto más importante que deberán enfrentar todos
los aspirantes es el innegable desprestigio en que ha caído la
actividad partidista. Una muestra más de ello fue la urgencia
con que los partidos debieron ajustar sus listas de candidatos
para garantizar la equidad de género, lo que reafirma la idea
de muchos de que los partidos buscan hacer trampa.
Pero además, como señala el consejero Marco Baños, hay
el riesgo de que los partidos recurran frecuentemente a las
quejas que pueden saturar al IFE, que está obligado a procesar
en sesión pública cualquiera de ellas.
Otro reto, según el consejero Alfredo Figueroa, será evitar
el mercado negro de espacios propagandísticos en radio y televisión,
convirtiéndola en una mediocracia.
Para poder decidir su voto los ciudadanos esperan propuestas
inteligentes, no chismes de lavadero. Los candidatos tienen
la palabra, de otra forma el fantasma del abstencionismo
y el consecuente cuestionamiento a la validez de su elección
volverá a hacerse presente.

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